El tema está en mi apego, en mi manera de relacionarme con mis deseos. El problema es no saber entrar y salir de las situaciones. No poder aceptar la conexión y la desconexión con las cosas. No haber aprendido que el obtener y el perder son parte de la dinámica normal de la vida considerada feliz.
Jorge Bucay explica esto con la siguiente metáfora : Me gusta viajar en el auto más caro que hay de aquí a cinco cuadras, ¿pero debería sufrir si ese auto no está disponible para mí? Yo digo que si el auto está sería maravilloso disfrutar de un paseo en ese auto, pero si no está ese auto, quizás haya otro auto y si no quizás pueda caminar, y si llueve, quizás pueda conseguir un paraguas, y si no, quizás pueda renunciar a ir... Y si me apurás mucho y renuncio a ciertos hábitos, quizás, gracias a que el auto no está disponible, quizás pueda disfrutar de caminar bajo la lluvia. Si yo puedo ser feliz en cualquiera de estos casos, si yo puedo tener grados de alegría en cada una de estas situaciones, entonces no hay ningún sufrimiento que me espere. Pero si yo fijo gran parte de mis ilusiones en que este auto me lleve... "Ahhh...qué gran defraudación" "Ohhh...qué terrible pérdida" .
Para evitar esto, es importante que desarrollemos la habilidad de desear sin quedar pegados a nuestros deseos, querer sin agarrarnos como se agarra un alpinista a la soga que cree que le va a salvar la vida, en pocas palabras “aprender a soltar”. Seamos capaces de renunciar a aquello que sabemos que nos ocasiona sufrimiento.
A ponerlo en práctica.
Jorge Bucay explica esto con la siguiente metáfora : Me gusta viajar en el auto más caro que hay de aquí a cinco cuadras, ¿pero debería sufrir si ese auto no está disponible para mí? Yo digo que si el auto está sería maravilloso disfrutar de un paseo en ese auto, pero si no está ese auto, quizás haya otro auto y si no quizás pueda caminar, y si llueve, quizás pueda conseguir un paraguas, y si no, quizás pueda renunciar a ir... Y si me apurás mucho y renuncio a ciertos hábitos, quizás, gracias a que el auto no está disponible, quizás pueda disfrutar de caminar bajo la lluvia. Si yo puedo ser feliz en cualquiera de estos casos, si yo puedo tener grados de alegría en cada una de estas situaciones, entonces no hay ningún sufrimiento que me espere. Pero si yo fijo gran parte de mis ilusiones en que este auto me lleve... "Ahhh...qué gran defraudación" "Ohhh...qué terrible pérdida" .
Para evitar esto, es importante que desarrollemos la habilidad de desear sin quedar pegados a nuestros deseos, querer sin agarrarnos como se agarra un alpinista a la soga que cree que le va a salvar la vida, en pocas palabras “aprender a soltar”. Seamos capaces de renunciar a aquello que sabemos que nos ocasiona sufrimiento.
A ponerlo en práctica.
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